Querida Marta

Aquel 24 de enero de 2009 que amaneció como un día más, nadie podía imaginar que sería el último, el último en el que tu familia podría ver esa dulce sonrisa en tu rostro.

Al salir de casa no pasaba por la mente de tus padres que ya no regresarías y han pasado tres años, tres años de angustia y dolor por no saber donde estás, por no poder llorarte y despedirte como ellos quisieran y como tu mereces, porque aunque el desalmado que te arrebató la vida confesó su crimen aún hoy no ha querido revelar donde te dejó esa fría noche, ni las suplicas de tu familia han ablandado su frio y duro corazón pareciendo que él se hace más fuerte ante la agonía de los tuyos.

Cuando te marchaste esa noche de sábado , dejaste atrás una familia hundida en el dolor, una familia que ha crecido, puesto que todos nos sentimos ya parte de ella y les ayudaremos a luchar y pelear por la justicia que tu mereces.

Por este motivo, cuando el pasado 13 de enero se leyó esa dolorosa e injusta sentencia, además de romperse aún más si se puede el corazón de tu familia, también nos hirieron al resto de esta familia social y moral que estamos junto a vosotros

Esa sentencia que solo condena a uno de los imputados y encima una condena ridícula, mientras que deja libre al resto, regalándoles el derecho a vivir y disfrutar que entre todos de un modo u otro te arrebataron. En ese momento España entera gritó como loca, desde la rabia, la impotencia y el dolor pidiendo justicia para ti, para tus padres, hermanas, abuelos y demás familia y por eso hoy nos encontramos todos aqui reunidos, tal vez lejos en distancia pero cerca en alma y corazón, para alzar la voz y gritarle al unísono a estos que dicen impartir justicia que no nos rendiremos, que lucharemos hasta el final, contra viento y marea, sin bajar los brazos.

¿Por qué se ha elegido este día? Porque hoy tu nos darás mucha más fuerza, porque en este tercer aniversario de tu forzada y obligada partida estás más que nunca presente y gritando a nuestro lado, porque hoy le demostraremos a los señores jueces, magistrados y miembros del poder judicial que aunque nos ignoren jamás podrán callarnos. Hoy España clama por una justicia más justa.

Sin más despedir estas líneas diciéndote que siempre estarás en nuestros corazones y que allá donde estés, te encuentres tranquila porque no dejaremos de apoyar y arropar a tu familia.

Eternamente Marta.