jueves, 2 de febrero de 2012

Querido Abuelo

Eran algo más de las 1.30h de la madrugada cuando te marchaste, cuando ese último soplo de vida que había en ti nos dejo, y jamás podremos arrancar de nuestras almas aquel fatídico 3 de Junio de 2008.
Todos sabíamos que ese momento debía llegar, porque esa cruel enfermedad te comía por dentro sin permitirnos siquiera intentar destruirla, aun así tú luchaste sin bajar los brazos, plantándole cara, aunque ciertamente nunca te confesamos su verdadero alcance, pero siempre confiaste en nosotros, fuiste a donde te llevamos sin preguntar ni pedir explicaciones.
Durante más de un año tus visitas al hospital parecían dar sus frutos, hasta que aquella navidad comenzaste a notar la debilidad que se iba apoderando de ti y poco a poco dejaste de salir, te encontrabas débil y cansado y en casa nadie sabia que podía hacer, hasta que ese día de junio cerraste tus ojos y caíste en un profundo sueño del que no despertaras.
Pero hoy no estoy aquí para transmitir la pena, rabia e impotencia que sentí en aquel momento, ni la angustia por no tenerte, NO, hoy estoy aquí para contarle al mundo lo que tu, Abuelo, has significado para mi, y para agradecerte los años que te tuve a mi lado.
Aún recuerdo, tantos años después los cuentos e historias que nos contabas, como nos dejabas embelesados a todos tus nietos con tus palabras. El cuento que nos repetías una y otra vez y que siempre perdurara porque lo transmitiremos a las siguientes generaciones, era el mítico ‘Cuento del Gallo Perico’.
Muchas veces escuchas decir a la gente que en el colegio los niños aprenden mucho, que es algo necesario para nuestra formación y nuestro futuro, pues yo digo que para mi tus enseñanzas de la vida me han sido lo mejor que he podido aprender en mi vida, algo valioso pues venían de la experiencia, de la historia que viviste, de tu propia vida.
Me siento orgullosa de recordar tan hermosos momentos a tu lado, de poder haber compartido contigo momentos futbolísticos, grandes partidos del equipo de nuestro corazón, Fc. Barcelona, esa gran pasión que ambos compartíamos y que tan buenos ratos nos regaló.
Abuelo, no puedo negar que te echo de menos y que extraño tu compañía, pero también puedo decir con orgullo y satisfacción que aunque te has marchado demasiado pronto sé que hemos compartido muchísimo, que he podido disfrutar de ti y que siempre, siempre estarás en mi corazón y en mis pensamientos.
Un fuerte beso y abrazo allá donde estés

3 comentarios:

  1. Yo perdi a mi abuela intuyo que por una causa parecida este año pasado el 2 de agosto... esperemos que donde estén descansen en paz.
    un besito.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sonia es muy boniito... yo no he podido disfrutar de su compañia tantos años como tu, pero los que he compartido con el han sido los mejores eso seguro... y yo no pude estar con el sus ultimos minutos de vida, pero seguro qe fueron muy duros para todos... un beso muy fuerte

      Eliminar
    2. he contestado con tunombre pq si no no me deja xDD lo siento

      Eliminar