Fue avanzando el día y cada minuto que pasaba me sentía peor, las lágrimas inundaban mis ojos, no conseguía dibujar en mi rostro ni una falsa sonrisa, me sentí caer, perderme en un abismo de lamentaciones y tristeza, pero fue entonces cuando encontré mi cura…
Mientras el desasosiego se apoderaba de mí y me invadían oscuros pensamientos y la visión de sueños rotos, comencé a oír tu voz, a través del reproductor, podía escuchar esas tiernas y emotivas palabras, frases repletas de amor, añoranza y el sentimiento más puro, y fue en ese preciso instante, que mis lágrimas de tristeza cambiaron por un inmenso brillo en mis ojos, esa triste mueca dio paso a una gran sonrisa y este día gris, repleto de nubes negras, dio paso al sol más majestuoso y brillante que en mi vida pude ver.
Me has alegrado el día, devolviendo un poco de felicidad a mi vida, y es por esto que te estoy tan agradecida, no encontraba forma de poder expresarlo, de plasmar lo que hoy he sentido, por eso he pensado que esta era la mejor forma, dedicar este rinconcito hoy a tu persona, este lugar mágico para mí donde puedo expresar libremente lo que pasa por mi mente.
Por eso hoy, esto va por ti.
Gracias Kike.
P.D. Tal vez el texto sea corto, pero creo que a veces nos sobran demasiadas palabras.
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